Irremediablemente Siempre

jueves, 24 de noviembre de 2005

0
Súbito.

Ya no quiero un lecho de nubes. Ni caras pintadas, ni días azules. Prefiero, aún más, tu rostro, ajetreado, roto, tu boca que no pronuncia palabra. Prefiero un tiempo de cenizas, un nido de espanto, gargantas sin flores, la luz que enceguece, el muerto que llora. Prefiero la vida, sin vida, el espacio vacío, las reglas anormales, la música sin canto. No quiero tintes, ni matices, ni cuadernos, no quiero paraísos ni terrenales ni desnudos, prefiero el blanco, la mortaja e irme.
 

0 comentarios:

Publicar un comentario